Juicio por el desfalco en el Sector F

Las víctimas del Dioni de Almensilla: "Arruinó a 600 familias, el mundo se nos vino abajo, fuimos expoliados"

Julio Mateos (en primer plano) y el auditor Juan Carlos Navarro, en la primera sesión del juicio.

Julio Mateos (en primer plano) y el auditor Juan Carlos Navarro, en la primera sesión del juicio. / Ismael Rubio

El juicio por el desfalco en el Sector F de Almensilla ha tenido este lunes como protagonistas a dos antiguos componentes de la junta de delegados y vecinos de esa zona de la localidad aljarafeña, y por tanto víctimas de Julio Mateos Palacios, tesorero de la junta de compensación (el organismo que recibía los fondos de los parcelistas para urbanizar la barriada) y conocido como el Dioni de Almensilla porque, al igual que aquel famoso ladrón que asaltó un furgón blindado y después huyó a Brasil, también se quedó el dinero de centenares de residentes y en 2015 se fugó a República Dominicana. Así pues, han sido dos testimonios desde el dolor de quienes fueron engañados a costa de su dinero y de su "confianza" en el acusado. "Todavía me tiembla el cuerpo. Nos ha arruinado a 600 familias", ha dicho Francisco Carvajal, que llegó a ser presidente de la junta. "Nos quedamos estupefactos, lo que hemos vivido no tiene nombre, fuimos expoliados", ha lamentado Juan Carlos Aguilera, también secretario de la junta. Ambos, además, fueron imputados por la Fiscalía hasta que en 2020 la Audiencia archivó la investigación contra ambos.

"Julio Mateos e Ismael Perea decían en qué se gastaba el dinero", ha insistido el primero de los testigos. El segundo de los citados era concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Almensilla y presidente de la junta de compensación. "Todavía me tiembla el cuerpo. Tuve que pedir un préstamo para ponerme al día, impliqué a parte de mi familia y tardó el tiempo de meterlo en el banco para llevárselo", ha rememorado en alusión a los fondos que debía ir aportando para que al Sector F llegasen el agua o la luz, entre otros servicios básicos.

En mayo de 2015, el tesorero envió un correo electrónico a los parcelistas, "una cartita" según Carvajal, en el que confesaba que se había quedado su dinero. "Cuando recibo el correo, me llevo una gran sorpresa, pensé que nos había hecho algo muy grande y no sabía reaccionar. Llamé a Aguilera y le dije 'tenemos un problema inmenso, Julio ha metido la mano en la caja y no especifica cuánto se ha llevado'. Y por lo menos queríamos que nos lo devolviese. Nos ha arruinado a 600 familias", ha relatado también.

Cuando fueron al banco, ha añadido, este les dijo que ellos no estaban autorizados para pedir la cuenta de la junta de compensación porque las únicas firmas permitidas eran las de Mateos y Perea. Tras la correspondiente gestión para figurar como autorizados, vieron que "quedaban 235.000 euros de saldo". "Puse el grito en el cielo", ha proclamado antes de centrarse en una abogada ya fallecida, esposa de un auditor que sí está en la causa como acusado, porque le preguntó por qué había cobrado 1,4 millones de la junta a pesar de que, según él, no le constaba qué trabajos había hecho por ellos.

"Fuimos a Hacienda y el inspector le dijo que en Sevilla había despachos de abogados que hacían cosas raras y blanqueaban dinero. Al salir, la abogada me dijo que 'eso por quién iba' y yo le respondí que el único abogado que había tenido relación con la junta era ella. A partir de ahí ya no volví a tener contacto con esa señora", ha narrado.

"Si hubiéramos sospechado antes, nos habríamos levantado. Era mi dinero, a mí me han arruinado", ha insistido Carvajal. "Yo lo que quiero es urbanizar, no dejar una ruina a mis hijas", ha concluido.

El segundo testigo ha coincidido con el primero en que tenían "confianza" en Mateos, como asesor fiscal que era y miembro de la junta de compensación antes incluso de que ellos se incorporasen a la de delegados. Y lo primero que ha referido es la sorpresa que se llevó cuando la abogada en cuestión les pasó en 2017 "unas facturas de unos trabajos de los que no hay constancia".

"Nos quedamos estupefactos. Lo que hemos vivido no tiene nombre, fuimos expoliados y después nos imputaron. Que un trabajador como yo se vea con una losa de 10 millones de euros [importe del primer préstamo que pidió la junta y que el banco reclamó] es indescriptible", ha destacado Aguilera.

"Contratamos a un auditor [el encausado Juan Carlos Navarro] para que las cuentas fuesen claras, no para que nos engañaran como nos engañaron", ha explicado este testigo, que por supuesto también ha sido cuestionado por su reacción tras recibir el correo electrónico de Mateos. "El mundo se nos vino abajo", ha contestado.

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