Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Los 'llorecas' regarán mangos y aguacates

Los llantos de la patronal de la hostelería deberían ser utilizados para regadíos

José Luis Yzuel, presidente de la patronal de la hostelería.

José Luis Yzuel, presidente de la patronal de la hostelería. / EFE

NI la vicepresidenta de Transición Ecológica ni el consejero de la Junta que va a legalizar las 1.000 hectáreas de regadíos junto a Doñana han estudiado a fondo el efecto sanador que tendría para España la construcción de un gran canal que llevase los llantos pertinaces de la patronal de la hostelería hasta nuestros agrietados embalses. Qué manera de llorar, cuántas hectáreas de mangos y aguacates se podrían sembrar con cada una de las intervenciones de los llorecas, Israel y sus atinados tecnólogos del uso eficiente del agua se morirían de envidia al contemplar el vergel español, el verdadero jardín de las Hespérides. Llanto a llanto, gota a gota. En agosto se registraron 46,7 millones de pernoctaciones en los hoteles del país, a 136 euros el precio medio por habitación; hubo 1,8 millones de trabajadores de la restauración afiliados a la Seguridad Social, de los que 334.222 eran andaluces, pero el presidente de la Confederación Empresarial de la Hostelería, José Luis Yzuel, no está contento porque no encuentra camareros. “En la hostelería –se ha lamentado el hombre– se ha trabajado toda la vida media jornada, de 12 a 12”, pero la generación Z, la de la Pija y la Quinqui, sólo sabe quejarse. Lo mínimo, según Yzuel, son 10 horas de trabajo en temporada alta. “Trabajar a turno partido, el sábado, el domingo, los festivos. ¡Las horas, que hacen! ¿10 horas! ¡Joder, qué dolor!”Ni mucho menos todos los propietarios de bares y restaurantes opinan y se expresan como Yzuel, pero qué duda cabe de que es el fiel representante de una patronal que tiene esa misma visión en cada una de las terminales provinciales. En mi agenda de teléfonos –qué cosa más antigua–, que es de 1990, sólo se mantienen en los cargos los representantes de la llorería, han cambiado los líderes de Comisiones y de UGT, la Agencia de Medio Ambiente no existe, quienes dirigían Asaja deben estar en sus fincas o bajo sepulcro, hay políticos fallecidos, jubilados, desaparecidos y algunos en la cárcel, pero allí siguen, con sus nombres y apellidos, los mismo tipos que en 1991 se quejaban del poco negocio que iban a hacer con la Expo.Desde entonces, la explosión de la hostelería en Andalucía ha sido digna heredera de Los Álamos, cientos de megatones, hay tantos bares y restaurantes de quinta gama que, en efecto, faltan camareros y cocineros, pero el mercado laboral funciona así, cuando la oferta supera a la demanda hay que subir los salarios, estimados Jeremías. Con el turismo hemos ganado todos, pero lamento el desperdicio de un recurso hídrico tan preciado como el lagrimeo de nuestros llorecas.

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