Hay casualidades que pueden servir de pista, o no. Quique Sánchez Flores ha logrado la permanencia matemática del Sevilla en Primera División en la jornada 34, con cuatro partidos de antelación respecto al final de la Liga. Curiosamente, ha sido la misma jornada en la que lo logró José Luis Mendilibar la temporada pasada con un incontestable triunfo en Valladolid (0-3) el 14 de mayo de 2023, momento en el que su equipo se centró de lleno en la conquista de la séptima UEFA Europa League el 31 de mayo en Budapest.

La diferencia con Mendilibar es que éste firmó sólo por unos meses, hasta el final de la pasada temporada, bajo la premisa de que ya habría tiempo para renovar si "mirándose a la cara" había un consenso entre las partes. Quique firmó el pasado 18 de diciembre, día de la Esperanza, por lo que restaba de temporada... y otra más. El madrileño y el club pactaron otra temporada más sotto voce. Es decir, con unas cláusulas de rescisión muy flexibles que abren ahora un panorama de incertidumbre. Unas cláusulas que serán más lesivas para las partes si el Sevilla termina entre los diez primeros.

Aparte del principal logro de Quique, levantar a un equipo sin norte con una plantilla que arrastraba mucho lastre y que en su primer año en el cargo de director deportivo apenas ha podido corregir Víctor Orta, Quique ha ofrecido al club de Nervión otro servicio muy ponderable: anticipar la planificación un mes. Porque si el Sevilla siguiera inmerso en la lucha por evitar el descenso, Orta no podría hacer ningún movimiento de mercado aún, sin saber a ciencia cierta si el equipo blanquirrojo competiría en Primera o... en Segunda.

De planificar a negociar

Desde ya, el Sevilla puede y debe ponerse a empezar la fase ejecutiva de la planificación. Ya no se trata de tener definido el recorte presupuestario al que se verá obligado un Sevilla en recesión y sin los grandes ingresos por competiciones europeas que han sostenido al club en los últimos años. Ni se trata de tener rastreado el mercado una vez fijadas las posiciones que se deben reforzar. Se trata concretamente de empezar la fase de negociación para fichar aquellas piezas claves sobre la pase de los huecos seguros que dejarán aquellos futbolistas que cumplen contrato. Las ventas sí dependerán más de la ley del mercado. 

No es casualidad en este contexto que el representante de Agoumé presenciara el partido del Sevilla contra el Granada en el palco junto a Víctor Orta. El medio centro cedido por el Inter llegó con una opción de compra elevada (8 millones de euros) para la actual precariedad económica del Sevilla y esa primera toma de contacto debe estar encaminada a dibujar una hoja de ruta distinta a la ejecución de esa opción de compra en el caso de que el Sevilla se anime a seguir contando con sus servicios. Por ejemplo. Otra cesión es inviable pues cumple contrato en 2025 con el Inter, que querrá ingresar algo aunque no llegue a 8 millones.

Imposible lo tendrá con Soumaré, un futbolista también cedido con una opción de compra más elevada (15 millones de euros) con el Leicester City fortalecido para una postura negociadora por su ascenso a la Premier League de la mano de Enzo Maresca junto con Marcos Álvarez, el ex preparador físico de Juande Ramos en el Sevilla. El italiano, por cierto, ha sido uno de los técnicos sondeados como futurible en el Sevilla.

Las renovaciones pendientes

También puede afrontar ya el Sevilla el asunto de los futbolistas que terminan contrato en 2024 –ya rescindidos Fernando y Rakitic– y que pueden ser renovados: Nyland, Jesús Navas, Sergio Ramos... Lamela y Óliver Torres, en esta situación, no continuarán en principio. O los que lo concluyen en 2025 y el club debe decidir entre renovarles a la baja sus contratos o dar a sus agentes la orden de moverlos en el mercado en busca de necesarios traspasos: Acuña, Ocampos, Suso, En-Nesyri...

Todo esto se habría complicado sobremanera si el Sevilla hubiese alargado su agonía para concretar su permanencia en Primera División varias jornadas más. Aún está en juego quedar entre los diez primeros. Pero al menos ya puede ir a la competición y al mercado el Sevilla, cuerpo técnico y dirección deportiva, con la tranquilidad de la continuidad en la categoría. Y eso se debe a la buena gestión de Quique de una plantilla en la que muchos futbolistas no cuentan ni para las convocatorias. Y ahí están los muy espinosos casos de Rafa Mir o Januzaj.