Comenzamos nuestro camino. Mirando al norte desde el puente de la A-436.
Los primeros metros son bastante cómodos. Nos iremos retirando un poco del río.
Este punto es conflictivo: no vamos por la puerta.
Damos un rodeo por el promontorio de tierra que hay a la derecha de la puerta.
Vamos junto al perímetro exterior de la finca.
Avanzamos de frente, no por el camino que va directo al río por la izquierda.
Esta señalización indica dónde está el puente que cruza el Viar. Lo tomaremos a la vuelta. Conviene recordar este punto.
El relieve comienza a elevarse a nuestra derecha.
Conviene echar un ojo de vez en cuando el río Viar. Es posible avistar animales.
La vegetación de ribera comienza a hacerse más densa.
Molino de Pajarero, el primero de la excursión.
El paisaje en esta zona va embelleciéndose a cada paso.
Descubriremos algunas formaciones muy interesantes fruto de la erosión.
La vegetación nos sorprendenderá en ciertas zonas.
Vamos por la 'Derivación Molinos'.
Subimos un desnivel desde el que veremos el río.
Seguimos una trocha en ascenso.
Avanzamos por el límite del escalón rocoso.
Nuestro objetivo final: el Molino de Campos y el de Asperillas
Merece la pena inspeccionar la zona. Se pude entrar dentro.
Molinos de Campos y Asperillas.
Veremos la piedra de moler dentro de uno de los edificios en ruinas.
Bello paisaje junto al río Viar.
Bello paisaje junto al río Viar.
El río Viar desde su orilla.
A la vuelta, es posible que perdamos el desvío al puente que cruza el Viar. Hay que estar atentos.
Sendero de retorno por la margen opuesta del río.
El cómodo Camino de las Huertas del Viar.
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